Es oficial: no tengo remedio.
Me paso el día buscando patrones y fantaseando con MIS (*) próximos proyectos, investigando y diseñando en mi cabeza, pero cuando llega el momento de ponerme a ello, me sorprendo montando puntos para otros proyectos que no tiene nada que ver.
Ahora son unas botitas para el bebé de N,
después, el jersey que le prometí a Miguel, entretanto el saroyan para mi suegra, y tantas y tantas otras cosas...
Y la culpa es mía y sólo mía. Nadie me exige ni me obliga. De hecho, a mí me encanta ponerme a ello, y cuando estoy con algo propio, ya estoy pensando en el jersey que me gustaría para Germán, en el broche de flor para una compañera, o en el cachecoeur que debería acompañar a las botitas del bebé de N.
Creo que se trata simple y llanamente de un problema de tiempo. No tengo tiempo para todo lo que quiero hacer. A veces envidio a las diseñadoras que viven de esto (pensadlo: gente que vive de tejer!!!)
¿Os pasa igual?
(*) Proyectos para mí sola, que no van a ser regalados o prestados o sustraidos.
Ines, tienes una sorpresa en mi blog.
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