BÁLSAMOS

Mi prometida oda de amor-odio a los viernes queda hoy cancelada para otra ocasión: no sería justo emborronar el verdadero talento de las dos mujeres de las que hablaré hoy.

Esperanzador, sin duda, el tener la certeza de la supervivencia del uso exquisito del lenguaje castellano (que a veces una piensa que boquea y se ahoga), de la  perduración de la alianza entre palabras y sentimientos, del éxito en transformar en sutileza la tosquedad de la vida diaria.

Así, esperanzadores, brillantes y especiales fueron los  minutos en que la gente enmudeció para escuchar a Llanos y a Gracia.

Se confirma que Llanos Monteagudo es un espíritu adelantado. Ella se prepara para los exámenes de postgrado mientras otros andamos por el primer curso.

Un local lleno de hermosos detalles

El talento de enlazar el sustantivo con su adjetivo más certero, de dar a una emoción el término justo, de materializar en palabras un sentimiento  subjetivo y tremendamente concreto, ese talento, digo, es de Llanos. 

Estoy feliz por haberla conocido. Creo que esta mujer es un tesoro digno de compartir.  

Gracia Aguilar fue asimismo una gozosa revelación. Ibamos a por un regalo, y nos sorprendieron con dos!

Ella lo lleva en la sangre: es esa capacidad para erizar el vello de quien la escucha, con tanta sencillez como convencimiento. 

En estas fotos reproduzco alguno de los poemas que disfrutamos anoche.  Si clicáis sobre cada foto, podréis leerlos con mayor nitidez.

Llanos en estado puro. Así es ella...

Gracia Aguilar, trocando la duda en belleza. 

Posemos ahora los pies en la tierra. 
A mi manera, también he estado trabajando. ¿Con qué fin? Ni idea, oye, pero ya sabéis que no puedo estar parada. Si algún día daré utilidad a mis talentos, no lo tengo seguro. Pero mientras llega la autoestima, os dejo las fotos de mis últimos chismes:

  

                       




                       Feliz fin de semana a tod@s!