DE TALENTOS Y LASTRES

Este último ha sido otro fin de semana de revelaciones. Unas pequeñas, otras magníficas, alguna preocupante, pero todas esclarecedoras por cuanto significan un impulso, un cambio, un aprendizaje, un lastre soltado o un asunto resuelto o en trance de resolverse.

La Mary, con cara de no haber roto un plato...hasta los 72

El viernes descubrí un comentario de Maya  que agradezco por lo que representa: todo es posible, no importa el tiempo, ni la edad, NUNCA ES TARDE. Mirad este libro que todavía no ha sido traducido al castellano (ni creo que lo vayan a traducir, tal y como está el patio).

Mrs. Mary Delany nació en 1700 y en 1772 (sí, con 72 años) acababa de enviudar por segunda vez, cuando un buen día se dio cuenta de la similitud entre un pedazo de papel coloreado con un pétalo de geranio caído en el suelo.

Al principio creí que eran flores secas...

Lejos de dejar pasar la señal, se hizo con un bisturí (la versión muy, muy viejuna de nuestros cutter) y con unas pequeñas tijeras de bordar y comenzó a recortar el trozo de papel imitando la forma exacta del pétalo de geranio. A este pétalo siguió otro, y otro más; cambió de papel y comenzó a pintarlo con acuarelas, y continuó comparando y recortando, hasta que  consiguió crear casi 1000 composiciones como las que veis: una especie de "protocollages" compuestos de cientos de recortes de papel pintado a mano sobre un dramático fondo negro.

Puedes tomar esta historia como algo simplemente curioso o darle cualquier otro significado. Yo lo aplico a mi vida y a mi entorno. Si esta mujer, a los 72 años, pudo desarrollar su verdadera pasión o simplemente fue capaz de dejar fluir su creatividad (llámalo creatividad, llámalo tomar por vez primera las riendas de su vida, llámalo  cambiar de costumbres, llámalo liberarse...), qué no puedes hacer tú, con tus ...taypocos años, joven, viv@, con curiosidades, con toda una vida por delante, con talentos, con ganas de comerte el mundo, y con toda la necesidad de ser, no de estar, que viene a ser lo mismo que vegetar.   

Ante el gravísimo peligro de echar a perder la vida (entendiéndola como una ocasión única y perfecta para evolucionar y quererse y ser feliz con  lo que uno es) a mí me queda el poso de que nunca es tarde para recapacitar acerca de lo que uno necesita, tomar impulso y atreverse a decidir lo que uno tiene que hacer para su propio bienestar. El bienestar no significa pasarlo bien a costa del sufrimiento de los demás, sino tomar conciencia de tu valía  y tener la valentía de romper con lo que te hace daño, con lo que te impide ser tú, soltar lastre con todo el cariño del mundo, pero diciendo adiós a lo que te hiere o te aliena o te asfixia el alma.

Si alguno de los que leeis esto os veis reflejados, sabed que toda crisis puede tomarse como un pozo o como un trampolín. Que las decisiones duelen sólo hasta el momento en que se toman. Una vez decidido cual es tu camino, el alivio y la energía son inmensos. Sabed también que vuestra felicidad, vuestra serenidad, vuestros cambios una vez tomadas ciertas decisiones (toda esa energía) se proyectan en vuestro círculo más cercano, y que quienes os quieren de verdad (hijos, padres, amigos, hermanos), lejos de sentirse desgraciados, se alegrarán por vosotros y se verán recompensados por el aire fresco procedente de esta energía vuestra.

Todo esto ya lo intuía, pero lo he confirmado con gran esfuerzo por mi parte (nada de lo que digo es fácil ni cómodo) este fin de semana asistiendo al taller de Amparo Arteaga, donde me lo he pasao pipa volviendo a mi época de estudiante, con mi boli y mi libreta, aprendiendo sobre autoconocimiento y traumas nucleares. Qué queréis que os diga, a mí me está valiendo el conocerme, apreciarme drenar lo malo y dejar sitio a lo nuevo, que no es otra cosa que mis propios talentos. No es fácil, ni instantáneo, requiere hacer muchos deberes, pero merece la pena.

 Hoy no hay fotos de proyectos terminados. Estoy ocupada en ellos, pero os dejo unas fotos del día.

No soy mujer de iglesias ni doctrinas, pero reconozco que me gusta el ambiente monacal, y la Casa de Ejercicios emanaba paz a raudales. Cojamos, con el máximo respeto, de cada cosa lo que convenga a nuestro aprendizaje. De la Iglesia Católica, me quedo con sus instalaciones...

Feliz lunes para tod@s.