Os pensaréis que me he vuelto majara. Miradme, aguantando el tipo, con
treintaytantos grados, tirantes y mi nueva creación super apropiada y
calentita. Ideal para pillar un sarampión en estas fechas de
piscina...pero las musas son así...
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Vamos, la Greta Garbo del Barrio de San Pablo |
Hace unos meses, mi querido Rod me sorprendió con un maravilloso premio.
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Toda digna, como si no estuviese sudando la gota gorda... |
Así que me ví una tarde calurosísima sin saber qué hacer y con cuatro ovillos Léttlopi de colores alucinantes (si: las fotos, como de costumbre, son una basurilla), y me dije: ¿quién dijo miedo?.
El ovillo color aguamarina me pareció el más veraniego (...) y lo escogí para comenzar un cuello que ya venía pensando e imaginando para el invierno más crudo de Albacete (todavía recuerdo aquellos -17º...).En dos noches terminé con los 100 metros y decidí que eran más que suficientes para este cuello, pero eso sí, no quedó otra que forrarlo con fieltro, porque debía tener prestancia y quedar lo suficientemente rígido tipo chimenea, y porque la Léttlopi en cuestión no creo que sea buena idea ponerla en contacto directo con la piel, porque picaría un poco. Coserlo fue muy fácil y no se aprecian puntadas, cosa que me congratula porque no hay nada que me disguste más que esos puntajos que pueden asomar a veces y el fieltro es muy dúctil y se adapta fácilmente a la forma de la pieza bloqueada
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Aunque no lo parezca, es la misma pieza...cómo cambian los colores dependiendo de la luz... |
Y en cuanto a otros placeres, durante las siestas de estos últimos tres días, he estado deleitándome con este libro, felizmente reeditado después de de 30 años gracias a la película.
He aquí una novela gótica en toda regla, escita por Susan Hill en 1982. Mejor aún: prescinde de las descripciones a veces tediosas y de los diálogos pasados de moda tan característicos de la novela gótica decimonónica a la que estamos acostumbrados.
No os engañéis, si habéis visto la película, pensando que el libro no os aportará nada nuevo; ni penséis que os resultaría redundante ir al cine después de leerlo.
Aunque mantienen en común el espíritu (nunca mejor dicho) de la historia y en cierto modo convergen en lo esencial, sin embargo libro y película difieren en gran medida en diversos y muy importantes puntos, cosa que, a mi parecer los hace doblemente valiosos, porque vienen a ser como dos caras de una misma moneda, o dos alternativas a una historia intrínsecamente terrorífica. Es como disfrutarlo dos veces, aplicando dos interpretaciones o dos versiones igualmente inquietantes. Os lo recomiendo vivamente si, como a mí, os apasionan las historias de fantasmas.Que paséis tod@s un buen día.