jueves, 8 de marzo de 2012

REGALOS

El camino hacia el estudio donde hago pilates, a veces es tremendamente aburrido, sobre todo cuando atraviesas este tramo interminable, seco y desangelado que es la feria.
Pero a veces, muy de vez en cuando, recibes este regalo:
   Olvidad el asfalto, olvidad los cables, los edificios absurdos, la mala calidad de la foto (a pesar de que mi móvil es estupendo según me cuentan)...fijaos en el cielo, en la espléndida luna llena que, insisto, no tiene nada que ver con la que realmente se mostraba anoche, es solo un humilde testimonio, mi teléfono no daba para más...
LLegué tarde a pilates, pero no importa. 

En ciertas ocasiones debes pararte unos minutos, observar y respirar hondo, situarte en tu camino. A veces te das cuenta que pisas la cuneta y conviene reconducirse.
Hay lugares y momentos donde te reconcilias con tu suerte, y es un pecado y una tragedia no echar el freno y sentarse un rato a no pensar y sólo sentir.
 Que paséis todos un buen día.



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