martes, 26 de junio de 2012

VIOLETAS EN EL PALADAR

El papel de violetera, ideal para Luis Mariano...
Muchos conocen ya mi querencia por las flores azules pero eso no es nada nuevo, viene de largo. 
Concretamente de mis años más mozos, cuando mi madre volvía de la compra y me traía un ramito de auténticas violetas comprado a alguna vendedora ambulante. Y digo auténticas, porque lo eran. Silvestres. No he vuelto a encontrar violetas silvestres, de las que huelen (y saben) a violeta. Porque más de una vez llegué a zamparme alguna del ramo, tal era la fascinación por el aroma y el color.

Con el paso de los años, alguna vez embauqué a algún amigo para que me trajese "de estraperlo" estos caramelos, que son mi perdición y que aprovecho para solicitar a quien se considere aludido (y no miro a nadie). 
Me sentí la Paris Hilton del barrio de San Pablo









Por aquél entonces (hablamos de los setenta y de un  pueblo donde la mayor delicatessen eran las paparajotas con chocolate) era difícil imaginar que de una flor tan humilde se pudiese sacar algo como lo que probé el viernes pasado.  
Lo prometido es deuda, así que ahí va mi recomendación más ferviente.

Albaceteños, españoles y guiris todos:  si tenéis ocasión, acudid en tropel a "El Paladar", donde se puede llorar de emoción ante un pulpo o (como fue mi caso) ante un precioso plato de foie con mermelada de violetas... 
Tal fue la cara que me vió Javi, nuestro camarero, que... tachán!!! me regaló un tarro de "Douceur de Pétales de Violettes" para mí solita!!!
Esto es pecado mortal

Pulpo absolutamente aristocrático



Bacalao antes de ser devorao
Para los que nos gusta comer, en el sentido más gozoso de la palabra, estos platos son de los que se disfrutan con los cinco sentidos.
De vez en cuando, se hace necesario gastar unas perrillas  para pasar un rato delicioso. Y de hecho la carta no es prohibitiva en absoluto.


Yo salí del local con una sonrisa de oreja a oreja...es que me gusta comer bien, qué le vamos a hacer...









En cuanto a actividad artesanal, la verdad es que no he hecho gran cosa, no he parado tranquila. Pero sí que comencé  un nuevo dibujo para ir practicando con la acuarela. 

De vez en cuando bajo al parque y me dedico a fotografiar al personal.
A veces, consigo fotos bastante entrañables, como esta de aquí...

Prometo enseñaros el resultado, aunque sea una castaña.

 





















Os dejo con la foto del día (mejor dicho de la noche. De San Juan). Como me enseñó mi mamá, cogí tréboles de mi terraza pensando en todos vosotros.



Feliz martes a tod@s




8 comentarios:

  1. menuda pinta los platillo del restaurán ese; a la próxima, celebramos ahí...
    oye, y lo de los caramelos de violeta dalo por hecho, hermosa!

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  2. Sí, si lo llego a saber antes, hubiéramos ido allí...A la próxima!

    De los caramelos se encargaron John Doe y señora, pero contigo ya tengo 3 contactos que me hagan de camello!!!
    Los caramelos los quiero rellenos de marrón glacé y dentro de un de huevo de Fabergé, como la amante de Alfonso XIII...porque yo lo valgo!

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  3. Me has traído a la memoria unos dulces que solía comer cuando era cachorro! Se llamaban Violeta, eran blancos y parecían hechos de azúcar flor (al ponerlos en la boca se derretían fácilmente) y tenían un sabor bien peculiar... habrá sido el sabor a violeta? Nunca había pensado que se podía hacer algo comestible con las violetas... bueno, hasta ahora :)

    Seguro que esa mermelada es una delicia (me encantan las mermeladas, el gran descubrimiento por estos lados fue la mermelada de ruibarbo... ni siquiera conocía el ruibarbo antes de mudarme a la isla!). En el sur de Chile preparan una mermelada FABULOSA que está hecha de rosa mosqueta... qué ganas de tener un frasco (o diez!) ahora mismo.

    Un besín grande!

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  4. Mermelada de ruibarbo y de rosa mosqueta??? Eso lo tengo que probar yo...
    Hay que ver, qué golosos somos y qué recuerdos nos traen ciertos sabores, verdad?
    Besos!

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  5. caramelos de violeta mis favoritos! Mi madre me los compraba cuando era niña. En Madrid también vendían violeta escarchadas, que eran violetas conservadas en azucar y recuerdo que venían en las cajas de marron glacés que mi madre regalaba a mi padre por el día del Padre (él es muy fans de las castañas estas).

    En Toulouse hay muchas cosas hechas de violetas, es una especialidad de la ciudad. Yo recuerdo que había incluso mostaza a la violeta
    http://www.lamaisondelaviolette.com/pages/produit.php?idP=140&addcaddie=140&nb=1
    Así que ya sabes dónde ir, que en Toulouse también hay tienda de La Droguerie.

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    1. Joooo...yo quiero todo lo de esa tienda!!!! Bueno, la muñeca violetera no. Lo demás, me lo zamparía tó, incluyendo los ambientadores.

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  6. Y pusiéronse los hados de parte de ella, y tuvieron a bien hacer que mi trabajo cayera a escasos dos minutos andando de "La Violeta". Que sepas que el próximo finde satisfaremos tu antojo.

    Como ya ha dicho alguien antes, "La Violeta" tiene otros productos con que satisfacer la insaciable demanda del mercado.

    Uno de ellos (agarrémonos de los michelines, que vienen curvas), son esas genuinas flores de violeta escarchadas de las que he comprado otra cajita de (que me temo te comerás tú sola porque estamos en plena "operación bikini" y aunque las violetas sean verdura, no creo yo que éstas entren en la categoría de alimentos permitidos).

    No les quedaban huevos de Fabergé. ¿Valdrían unas creadillas de cualquier otro animal?

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    1. Ohhh, graaaaaciasssss!!!! No tenías que haberte molestaaaaadooooo...
      Y además escarchadas... realmente me siento glamourosa, por fin seré como la amante de Alfonso XIII del barrio de San Pablo!!!.

      Lo único que siento es que ahora Guarrina ya no podrá comprarme otra tanda de violetas, así que tendrá que regalarme cualquier otra cosa...Qué tal una tiara de brillantes y un cruasán dentro de una bolsa de papel?
      Así, podré ser la Audrey Hepburn del barrio de San Pablo.

      Lamentablemente, y más con el regalo de John Doe y señora, jamás podría entrar en el traje negro que llevaba esa señorita...

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